jueves, 24 de enero de 2008

Los limites de la escritura

Estaba viendo "Big fish" antes de venir al laburo, y habiendo pasado una muy sacrificada noche y una aun peor mañana/tarde con Nico, cuando nos dimos (esta bien, SE dio) cuenta que iba a llegar tarde. Me vesti, tome el bondi y me vine.
En el camino, entre The Cardigans y Britney, me acorde que aun de chica, mi deseo era escribir. No se si para "el gran publico", o para una pequeña concurrencia, pero el hecho es que estoy tan fuera de foco ultimamente, que me olvido que siempre queria vivir aventuras de papel y lapiz, y que cosa mejor que este tipo de medio (aplausos para blogger por aca) para realizar aunque sea una pequeña muestra de mi anhelo.
Y se pone mejor: aca no hay limites. No hay quien te diga que parrafo esta de mas o de menos, o si los terminos estan bien o no, o si tus ideas llevan un hilo de coherencia.
La figura del editor, paradojicamente, es ese mismo "gran publico" que esta presente casi de manera amenazante, porque realmente no sabes si le interesa mirar o no. Es como un testigo silente, involuntario y ciertamente no invitado a esa comunion escrito-papel-pantalla que se lleva acabo desde TU lugar en el (ciber) espacio.
Tampoco es posible olvidar el sentimiento del espia. Hoy mientras viajaba en el 132 con destino Pellegrini, me sente al lado de un flaco grandote ( a priori, pichon de patovica), que se debatia entre el sueño y los sms en su V3.
No pude evitar espiarlo (si, la critico, y sin embargo la curiosidad puede conmigo), y ver como planeaba su noche de accion con nada mas que con palabrotas puntuales. Sera ese costado pacato que tengo, pero la verdad es que dibujo una sonrisa picara en mi cara. Y despues el flaco se durmio, quizas en un presagio de lo que le va a pasar esta noche, cuando "parta en dos" a su morocha (patova's sms sic).
Que bueno que nadie controla esa poca de gracia, seguia pensando, y es aun mas bueno que no tengamos que pedir permiso para expresar las cosas que deseamos y que nos pasan.
Pero, por otra parte, sera que es necesario caminar sobre esas pequeñas guias que nos dicen "asi si" o "asi no"? Es demasiado pedir que conciliemos lo que queremos con lo que debemos?

En fin...


Adios!


Campanita*

1 comentario:

Florfloyd dijo...

Genial el desenlace de tu relato, creo que justamente lo más cotidiano y lo más real es lo llama al lector, si bien una dosis de fantasía es necesaria para incitarte a continuar leyendo, en este caso, que iría a hacer el patova esa noche, por lo menos a mí me dejaste intrigada.
Saludos campanita! Buen blog!