viernes, 4 de julio de 2008

Independence Day

Feliz día de la Independencia (yanki) para mi!
Ventajas de trabajar para una multinacional, hoy por hoy me encuentro en las puertas de un buen fin de semana largo...
Sí, es cierto: nuestros propios feriados me los paso encerrada en la oficina arreglando problemas ajenos, y limpiando ese quilombo que Hospira inc. ha dado en llamar "base de datos".
También es cierto que el día de mi cumpleaños estaré comiendo torta con mi compañeritos de oficina, pero hay que saber agradecer las cosas que uno tiene, y ver siempre el vaso lleno, no? Al menos puedo comprar la torta que comeremos, y planear mi aniversario número 22 en paz, sin pensar que me apremia la billetera. Muchas gracias a mi!
En otras novedades, han llegado las tan ansiadas vacaciones invernales, y hoy tomé el primer paso para tratar de enmendar un poco mi vida sedentaria.Sí, exactamente: me asocié al gimnasio de enfrente de casa,y esperemos que me dure el entusiamos. Amen.
Bueno, me voy a disfrutar del resto de este día.



Adios!




Campanita*

jueves, 26 de junio de 2008

A time to breath


Luego de las últimas semanas de nervios, preocupaciones, entrgas, exámenes y demás delicias de la vida del estudiante universitario, me encuentro en medio de una semana de merecido relax.

Últimamente, TODO giró alrededor de mis exámenes, hasta el punto en que ni los mates, ni las charlas al mediodia con Nico, ni las salidas a fumar fuera del aula con Machi ni el café de la mañana estaban libres del consabido "no llego, no puedo, no doy más".

El miércoles fue la culminación del evento: Machi, Fio, Campanita y yo, frente a la pc y en medio de una pizza grasienta y la coca caliente, hasta las 3 de la mañana, y pasando por los disitintos niveles de estrés posibles.


*Nivel uno: Negación


"No, no: nos estamos preocupando al pedo. Vamos a aprobar. Seguro que la aprobamos".


*Nivel dos: Desesperación


"No llegamos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, Te juro, me muero si no llegamos!!!!

Si me tengo que quedar hasta las 11 de la mañana trabajando en esto, me quedo.

Hasta que no termino, no paro".


*Nivel tres: Negociación


"Si me pasas el trabajo del año pasado, te juro que te lo retribuyo. Te pago con lo que quieras".


*Nivel cuatro: Resignación


"Que sea lo que Dios quiera. Yo me voy a dormir".



Y así fue la cosa. Simplemente (bueno, quizas no taaaaaaan simple) termino.

El lunes sabremos si los esfuerzos valieron la pena.


Que sea lo que Dios quiera.

Yo me voy a trabajar.




Adios.





Campanita*


domingo, 15 de junio de 2008

Take a chance on me


Y como quien no quiere la cosa, el sábado llegó, el exámen pasó, y hoy me predispongo a pasar un nuevo Día del Padre en diferido.
De un tiempo a esta parte, los días festivos creados por la industria de las tarjetas de felicitaciones los paso con todos menos con mi progenitor, quien por h o b siempre se las arregla para evadir la fecha. Creo que es el que mejor la pasa, en realidad.
No porque la pompa y circunstancia me disguste, sino porque realmente no soy amiga de las multitudes incómodas y asfixiantes. Prefiero el diario desde mi cama, mensaje de texto, un café y somos todos felices.
Quién dijo que compartir las visicitudes de la familia en vivo, en directo y en un lugar público es el plan ideal de un domingo al medio día?
Debió vender tarjetas, el que lo dijo. Maldito él...

Adios!




Campanita*

martes, 10 de junio de 2008

De lo mio, lo peor (y lo mejor también)


Este fin de semana que pasó, me dediqué sin asco a disfrutar de algunos placeres terrenales muy valorados: una buena comida, una buena bebida (o varias, en este caso, je), buena yunta, y mucho tiempo libre para dejar hacer.

Sabía que esta sería una semana complicada, así que decidí tomarme un desacanso de las obligaciones que me atañen, como estudiar y estudiar para el trabajo. Por su puesto, cada acción tiene sus consecuencias, y esta no es la excepción.

Ayer hubo poco trabajo en la oficina, aunque paralelamente el poco trabajo asignado que tenía, fue suficiente como para volverme loca todo el día. En este mi tercer mes de "productividad", mi jefa me recordó que espera más y mejor, y que sobretodo espera que ejercite mi autonomía, pregunte menos y haga más. O al menos eso me dijo el viernes.

En la facultad, los profesores no se achican, y aunque muchos hayan perdido la conciencia sobre lo apremiante del factor tiempo (y sí, lo digo por vos Lorena-profesora-de-semiótica), no por eso esperan menos de nosotros: tanto para leer, tan corto el tiempo, tan cerca el día del tiro de gracia: sábado 14/06, 9 hs., aula 9. Ver para creer.

Es gracioso pensar en uno como un condenado en el potro de las torturas, tironeado para todos lados a ver cuánto aguanta.

Y no lo digo porque sólo yo tengo la idea fija sobre eso: subte A, martes 10/06, 11.00 hs. Publicidad de "Átomo desinflamente" en cápsulas (puaj!). "2500 horas sentada frente a la computadora. El precio por ser una mujer independiente".

¡Qué viva la Edad Media en la publicidad actual!




Adios!






Campanita*

lunes, 9 de junio de 2008

(Estamos invitados) A comer


Es poco probable encontrar una vidriera donde lo que se ofrecen son comensales ensimismados a la vista, pero puedo jurar que hoy vi una de esas.

Es más: hoy fui una de esos comensales, y sumado al gris de las ventanas y al clima poco alentador, me sentí modelo exclusivo de la pena.

Hace algunos meses no me hubiese importado. Probablemente, esta lo hubiese elegido voluntariamente.

Pero, siendo el hombre un animal de costumbres, y no siendo yo la excepción, hoy me sentí fuera de mi elemento.

Nadie se reía de mi torpe manera de engullir fideos con salsa.

Nadie había para comentar lo mucho que me gustaría estar en casa viendo una peli, tapada hasta la cabeza.

No había nadie, y sin embargo la sala estaba llena de gente. No hay peor sentimiento.

Gracias que no es un patrón en mi vida actual, pero a veces no puedo creer lo mucho que uno da por sentado las cosas sólo porque las tiene. Craso error.

Y bueno... mañana será otro día, y la noche llegará para enmendar lo que no estuvo bien.

Buen provecho!



Adios!





Campanita*

lunes, 2 de junio de 2008

Felicidades


Este fin de semana, mientras moríamos de frío, nos adentramos a festejos desenfrenados de ocaciones muy especiales, a saber:


*Sábado 31/05: CUMPLEAÑOS DEL MÁS LINDO.


Mi hermano cumplió 3 años, y mamá decidió festejarlo en casa con un asado & cia, y 20 de los más cercanos familiares.

Comimos hasta reventar, jugamos con autitos, sogas de saltar y disfraces de Lazy Town, y mientras Nico dormía plácidamente la siesta en mi cama, yo jugué a que lavaba los platos, y le ayudaba a barrer a mi mamá. Me salió muy bien, debo decir.

Llegada la noche, fuimos a comer a un pequeño restaurancito de mi ciudad natal que hace buena comida italiana.

Buena pizza, la atención de dos de mi ex compañeras de secundaria, y charlas de préstamos bancarios+ helados de amarenas. ¡Qué adulta soy! (puaj!).



*Domingo 01/06: TOMAMOS MATE Y FESTEJAMOS ANIVERSARIOS


Luego de comer excelentes ravioles a la crema preparados por mi mamá, que ahora está en versión light y cocina menos frecuentemente estas delicias calóricas, nos fuimos a tomar mate a la casa de Vale, y fuimos sus psicólogos por un rato. ¡Qué difícil es ser tú, Val!

Nos volvimos a casa en un viaje un tanto interminable, y casi morimos intoxicados en el 141.

Increiblemente, llegamos y nos pusimos a ver el final de temporada de "Lost" (snif! No más hasta el 2009).

Cumplimos 8 meses de amor, y los festejamos... con amor ;)


Una lástima que hoy sea Lunes, que morí de frío en un aula de semiótica abrumada por el aburrimiento y la falta de didáctica de mi profesora.

Una lástima que haya que trabajar 9 horas, y que el SPM se está empezando a asomar (gracias, Buscapina completa).

Una suerte que en una horita me voy, y me esperan masajes y una sopita calentita.




Adios!




Campanita*

lunes, 26 de mayo de 2008

4,5

Estoy sorprendida. Es más: diría que estoy ultrajada en mi vanidad. Golpeada en mi ego, sería el término más acertado.
Hay veces en que ,incuestionablemente, procedemos como sabemos que está bien; como "es debido". Sin cuestionar, sin repetir y sin soplar, hacemos lo que toda la vida supimos hacer, y así pasamos tiempo regocijándonos en nuestra apacible mediocridad.
Sin embargo, llega un punto en que un acontecimiento nos obliga a cuestionarnos. Nuestras armas sociales, hasta ahora tan efectivas, dejan de funcionar, y caemos en la cuenta de las limitaciones de nuestras pantallas; nuestras consideraciones hipócritas, y ese gusto por lo sereno, que nos hace sentir a salvo.
Se me considera buena alumna. Hasta yo me considero así.
Se espera de mi que rinda bien, si es posible excelentemente bien, sin demostrar el más mínimo esfuerzo. Por obra y gracia de la decantación natural. Amén.
Es memorable el año en que me llevé mi primer y única materia a Marzo. Siempre me lo hacen acordar, de hecho. Todo el mundo asumió que fui víctima de un mal parido profesor que decidió hacer conmigo un ejemplo, y demostrar que hasta los grandes caen. Jamás nadie cuestionó mi inhabilidad para las matemáticas, y el hecho hasta milagroso que esa fuera mi única mancha en un área en la que aún hoy soy deficiente, y demuestro severas fallas de comprensión. Todo fue culpa de Guillermo.
Hoy recibí mi primer nota "baja" de la carrera, a casi tres años de haberla empezado. Y lo digo así, casi como encubriendo el halo de negatividad de la calificación, porque en cualquier otra circunstancia no estaría mal visto haber obtenido ese resultado. Es más: se vería hasta aceptable, para un nivel universitario.
Lo ciero es que hasta mi profesora no se creyó su propio argumento, y terminó ofreciéndome reveer el parcial, porque "corrigiendo 80 parciales, tal vez me equivoqué. Sé que sos una persona que sabe, que participa en clase... Esto no es más que un papel, en definitiva. Dejame que lo vea". Y recién ahí me fui a sentar conforme.
Si pudiera hacer una autocrítica, diría que creo profundamente en la casilla que me han creado, y en el estereotipo social que me he sabido construir.
Soy la que habla en clase, la que tiene que tener algo que discutir, la que escribe raro en los parciales. Soy la que los profesores conocen por nombre y apellido, y la que jamás sacó menos de 8. Hasta hoy.
Entiendo el esfuerzo de denota preocuparse por esta tremenda pelotudez, y sin embargo no puedo evitarlo. Soy como la alcóholica que sabe que va a volver a encontrarse en comunión perfecta con la botella, y sin embargo miente en la ya enesima reunión anónima en la que participa.
Y como probablemente este es uno más de los berrinches de nena mimada que voy a construir en torno a mi carrera, por ahora no tengo más que agregar.

Adios.






Campanita*