domingo, 15 de junio de 2008

Take a chance on me


Y como quien no quiere la cosa, el sábado llegó, el exámen pasó, y hoy me predispongo a pasar un nuevo Día del Padre en diferido.
De un tiempo a esta parte, los días festivos creados por la industria de las tarjetas de felicitaciones los paso con todos menos con mi progenitor, quien por h o b siempre se las arregla para evadir la fecha. Creo que es el que mejor la pasa, en realidad.
No porque la pompa y circunstancia me disguste, sino porque realmente no soy amiga de las multitudes incómodas y asfixiantes. Prefiero el diario desde mi cama, mensaje de texto, un café y somos todos felices.
Quién dijo que compartir las visicitudes de la familia en vivo, en directo y en un lugar público es el plan ideal de un domingo al medio día?
Debió vender tarjetas, el que lo dijo. Maldito él...

Adios!




Campanita*

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