Es por algunas casualidades de la vida que uno puede llegar a ver realmente el por qué de las cosas.
Vemos que, por ejemplo, las ligazones de los hechos no son fortuitas, y es realmente por algo que pasa lo que pasa.
Esperamos que la oportunidad golpee nuestra puerta, porque hasta al más ávido buscador/hacedor de destinos, le gusta pensar que la marca de su caligrafia estaba puesta en ese contrato tácito que es la vida. "Eso era para MI", retumbará en su cabeza.
En fin, no me gusta adelantarme tanto a los hechos, pero es factible decir que viene todo saliendo a pedir de boca. De MI boca.
Adios!
Campanita*
Pd: La justicia poética quiere que la liquidación final esté el día que querían que renunciara. Ja!
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