lunes, 28 de abril de 2008

Monday morning

Entre el sábado y hoy, se produjeron una sucesión de hechos no menores que influyen bastante en lo que va a ser mi semana. Veamos.
El sábado nos juntamos a estudiar para semiótica con Machi. Les dije que fue a las 9? Un sábado? No recuerdo haberme perdido un día de fin de semana para estudiar desde la secundaria... pero alguien estaba desesperada, y para variar, no era yo.
Mi vieja llamó para avisar que se avecinaba una reunión familiar de la que DEBIA ser parte, y apelando a todas sus armas de idishe mame que no es, me instó a que fuera. Cortamos el estudio, pasé a buscar a Nico y nos fuimos para Urquiza.
Hay algo un poco paradójico en eso de ponerse en lugares con los que uno no comulga. Últimamente, me pasa más que seguido, y no, no me gusta nada. Ni un poquito.
De chiquita odiaba que mi mamá me dijera qué hacer (aún hoy lo detesto), así que se imaginarán que no es el estado más feliz para mi cuando me toca hacer de Directriz del "se hace así/así no se hace", o dicho de otro modo, cuando tengo que hacer de madre de mi pareja.
Cuando volvimos de la casa de mi tío, y tras un buen capítulo de Lost, dormimos como si de eso dependiera la visa misma, y la sensación de charla quedó flotando en el aire.
Al otro día, y sabiendo que me tenía que ver con Machi otra vez, creía que era necesario poner las cosas en claro. Creía.
Verán: en mi mundo, las cosas tienen un momento y un lugar, y uno se predispone al diálogo para encontrarse a medio camino entre lo que uno y el otro necesitan. En la vida real, lo que detiene un buen diálogo entre mi pareja y yo es Lara Croft. Y está dicho: no puedo (ni quiero) competir con lo no real.
Así que estallé, y me fui a descargarme con Verón, Peirce y Machi. Mil gracias, por cierto, y ¡Cortá con la paranoia que vas a aprobar!
Es sabido que, aunque similares, los problemas no tienen todos la misma solución, y que hay que poner más de lo que uno imagina para solucionarlos, más aún si hablamos de problemas de base (anteriores a la pareja) que afectan a la pareja y a su futuro.
Eso es lo que vamos a tener que trabajar. Y sí: VAMOS , eso es vos y yo. No es la idea ser tan duro con uno mismo.


Adios!




Campanita*

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